TEXTOS SIEMBRA

“… Y los niños, es fácil que tarareen la guacharaca, y uno se emociona de saber que tiene futuro la música folklórica en nuestro municipio, en nuestro departamento y en otras partes del mundo…”

Folklor Pacífico de Quilichao pa´l mundo
Por: Camila Orozco
Nacido y criado en Santander de Quilichao, Carlos Fernando Balanta Mezú, mejor conocido como Baterimba, es en sus propias palabras “músico de nacimiento”. Comparte su vida con su madre y su hijo Julián, de cuatro años. Su talento natural para interpretar no uno, ni dos, sino hasta cinco instrumentos (sin incluir la voz), lo ha hecho merecedor de grandes premios y menciones relacionadas con la música folklórica, como el Petronio Álvarez y también de un renombre difícil de desmontar. Su popularidad no se ha quedado solamente en los bellos paisajes de Colombia, sino que la recepción internacional de sus canciones llenas de sabor afro ha sido sin igual.
Con su gran recorrido en el mundo artístico, Carlos Fernando no pierde la sencillez, la franqueza y la chispa de humor que le caracteriza. Con una gran sonrisa en su cara y una cordialidad excepcional, este carismático y sereno hombre nos cuenta en la siguiente entrevista cómo inicia su carrera, en qué proyectos trabaja ahora, su aporte a la cultura Afro desde la música y su percepción respecto a la discriminación a los afro-descendientes en Colombia.

María Camila: ¿Cuál ha sido el momento de mayor trascendencia en su vida?
Carlos Fernando: Como a los doce años cuando ensayaba con un grupo de danzas y tuve mi primera presentación ante un público maravilloso… un teatro en Popayán, eso me marcó y yo creo que ahí fue como una adicción a todo este medio, no sólo por lo que representaba el público sino también por esa energía, esa mística que tú sentías a la hora de interpretar los tambores.
MC: Tocaba los tambores, ¿desde qué edad?
CF: Por ahí desde los 10 años, pero a los doce fue la aparición ya certera ante los medios… ante muchas personas.
MC: Y, ¿dónde aprendió?
CF: Básicamente en un grupo muy espectacular de aquí de Santander de Quilichao, el grupo Quilisamanes, con su directora Amparo Lucumí, que fue la que me dio la oportunidad a muy temprana edad de ser parte de su grupo de músicos, que interpretaba la música para los bailarines, y eso creo que fue para mí un punto crucial para poder a temprana edad desarrollar toda esta musicalidad.

MC: Su mayor motivación?
CF: Esa adicción a la música, yo creo que incluso cuando yo ensayo, ensayo con un gusto muy grande, porque me gusta lo que suena, me gusta lo que hago, entonces soy un enamorado de lo que hago, tengo esa facilidad de auto-complacerme, es algo bastante emocionante que tú te levantes de la cama y no veas la hora de ir a ensayar un nuevo tema…
MC: ¿Qué significa lo que usted hace, para la comunidad Afro?
CF: Bueno, dicho por muchos entes afro, es esa representatividad con altura, con orgullo. Es ese gestor… así me llaman, y ese promulgador que mantiene vivo este folklor y además lo difunde, no solamente por Santander de Quilichao, ni Cauca ni Colombia, sino por todas partes del mundo.
MC: Actualmente, ¿qué proyecto está desarrollando como artista?
CF: Son varios puntos, desde lo musical estoy en mi segunda producción, la estoy trabajando con mi sobrino Ronald Eduardo Balanta… y bueno, lleno de muchas expectativas, mañana estaremos lanzando dos temas para el público en general, algo que se acerca para la época de diciembre, ya en diciembre tendremos la producción completa para regalarla, porque ese también es parte de mi estilo… no vender la música sino regalarla, que viaje, que se vaya... Otro punto es el trabajo social. Estoy realizando trabajo social de una forma independiente, sin ningún tipo de peticiones, son como esas regalías que hago por lo bien que me ha ido, una forma de diezmar, así le llamo yo, dar a los otros lo que yo he podido recibir. Estoy yendo a escuelas, a colegios a contar estas experiencias que he tenido. Este proyecto es de llevar la música donde rara vez te van a contratar, entonces yo creo que esto es bastante importante, donde la escuelita no cuenta con los recursos y se asustan cuando de pronto preguntan “¿y cuánto nos cobra por ir a tocar allá?”, entonces es mejor incluso hasta callar, pero se me queda en el imaginario y en algún momento llego y los sorprendo con la musicalidad y una de las cosas más importantes es saber esto: Ese gran respaldo que tenemos en la juventud, los que hacemos folklor, hay un renacer. Está el grupo Palmeras, el grupo Son Balanta y muchas otras agrupaciones que están haciendo su aparición en este entorno, y los niños, es fácil que tarareen la guacharaca, y uno se emociona de saber que tiene futuro la música folklórica en nuestro municipio, en nuestro Departamento y en otras partes del mundo. Entonces ese segundo punto me tiene muy emocionado… y esa reciprocidad que siento, como se emocionan cuando llego, incluso llego sin avisar para que se sorprendan. Y tercero, seguir con esta gira a nivel internacional, en diciembre finalizaremos con Ecuador, el 7 de diciembre para celebrar el día de las velitas.

MC: ¿Cómo inicia Baterimba?
CF: Bueno, hay un génesis, está en la permisividad de mi madre y de algunos profesores de dañar ollas, tapas, tocar en los asientos y que en algún momento el profesor se hiciera el de los oídos sordos, desde ahí. Es bien importante la oportunidad que me da Amparito (Lucumí) y la que me da después Tomás Montilla de entrar a la banda del municipio y después a su orquesta, la oportunidad con mi grupo, salida de emergencia, compañeros que los va uno conociendo y que tienen muchas cosas para aportarte, eso hace el sazón de lo que uno ahora es. Pero hablando de la forma puntual de lo que es Baterimba, pues bueno, es explorar y decir quiero seguirme exigiendo… y quiero tener algo bien importante para mostrar y seguir enamorado de la música, entonces tú a veces sientes que se te quedaron estrechas las cuatro paredes, entonces uno sale a buscar otros rumbos… eso mismo me pasó con la música, entonces empecé a ensayar la multipercusión, que es tocar varios instrumentos al mismo tiempo, ya lo venía haciendo con unas agrupaciones porque me tocaba llenar muchos huecos... y ahí empieza a nacer toda esa facilidad, y una vez mi sobrino Ronald trajo una marimba y yo puse el bombo debajo de la marimba, y empecé a tocar y fue cuando dije: wow, esto suena como chévere… entonces empecé yo con esa habilidad que tenía, y le agregué el charles y empecé a ensayar y a coger una rutina, cuando en algún momento dije: esto es un proyecto y ya, la gente me empezó a animar…
MC: ¿Cómo le fue en África?
CF: Bien. Nunca me ha ido mal en las partes donde he estado, hay que comenzar por decir que la música es un lenguaje universal y el estilo y la forma en que la ofreces es lo que ha cautivado a la gente… acompañada de humor, pero también de seriedad para representar la música, creo ha permitido que las personas de otras partes de mundo hayan disfrutado con este ritmo. Yo empiezo a tocar melodías suaves, empiezo a meter a la gente con los coros, ya cuando la cosa está bien cocida, entonces empiezo a darle uno que otro ingrediente y vamos calentando la cosa hasta que el público simplemente ya termina en una explosión de ánimos. Eso lo pueden ver en youtube, le digo a los que están leyendo esta entrevista que ahí hay cualquier cantidad de videos. Entonces es eso, siempre procuro tener fórmulas y tener múltiples formas de llegar. Públicos con saco y corbata terminan cantando y bailando. En otros países me ha tocado tocarle a altos ministros y todos terminan parados bailando, entonces eso a mí me enorgullece.
MC: ¿Usted siente que la música del Pacífico está olvidada, sobre todo en los medios de comunicación, como la radio?
CF: Bueno, yo voy a ser muy claro en esto, hay un público que es el que busca el Petronio y hay un público que cree que el pacífico es Petronio, y hay una gran equivocación porque hay un público muy callado, para eso basta ver conciertos en Popayán o Cali, donde no son épocas distantes al Petronio y los conciertos están llenos. Entonces ha habido un público en esta música que está desde siempre. El Petronio ha ayudado a popularizar la música, pero creo que también hay que dar el plus a los grupos como Herencia, bahía, son Balanta, Baterimba, Rancho aparte que viven en constante movimiento, viajando. Hay una cuestión mediática, pero creo que Petronio también a veces acoge a las personas que solamente esperan al Petronio, pero también está ese público muy fiel que le gusta la música del pacífico desde antes del Petronio y le seguirá gustando después del Petronio. Entonces lo que puedo aportar es que Petronio podría ser mucho más como festival. Debería tener ese después, en diciembre decir que el Petronio abre una gala con los ganadores, o que se va de gira por europa o las principales ciudades de Colombia. Esas cosas harían un bien a la música del pacífico y la mantendría también en contexto y no solo como colección del mes de agosto. Entonces no soy quién para decir que eso tienen que hacerlo, sino que son cosas que tú como un hijo del Petronio ve importante.

MC: ¿Usted cómo define la cultura Afro y qué relación cree que tiene con sus habilidades musicales?
CF: Bueno, hay una palabra: atávico. Es un ejemplo claro de cómo colocas a sonar un tambor y aquél niño afro, sin saber por qué, se mueve en medio de los otros niños… sin que en su casa le hayan dicho que un tambor suena así o “asá”… va en la sangre, va en los genes. Eso somos nosotros, obedecemos a una genética, a un código, a una tradición y eso es importante, yo soy muy bendecido por eso, porque mi musicalidad viene de tradición de papá y mamá y ellos la tenían de sus padres y abuelos y así sucesivamente. Vengo de un linaje musical, así que era difícil escapar a este destino.
MC: ¿Usted siente que hay discriminación?
CF: No, incluso para mí no existe ese tema. Y qué chévere hablar de esto. Discriminación… Discriminación…. No, yo creo que cada cual se discrimina, desde cualquier óptica y campo, tú te discriminas, esa palabra creo que es muy personal. Yo qué hago con que una persona de “X” raza esté gritando y diciendo ofensas. Es su problema. Es con lo que él convive, es su “neura”, su karma. Entonces el día que alguien me grite “eeh negro… XYZ”… Yo no me enojaré. Yo creo que tengo una fortaleza bastante grande, y podríamos hablar de egos y estructuras. Me he dedicado a hacer bien lo que hago, me he superado, y yo creo que ahí está. Entonces yo creo que todo aquél que se sienta discriminado, debe preguntarse ¿qué está haciendo? O ¿por qué se siente discriminado?, entonces yo creo que, si se cierra una puerta, abramos otra. Entonces ése es mi punto de vista de la discriminación. Yo creo que es cuando tú muestras esas debilidades que permites de alguna manera ser discriminado en tu contexto. Yo sinceramente no siento tener ese tipo de problemas de discriminación. Existe también el tema de la discriminación gubernamental y de desamparo donde sí vemos los barrios bajos de algunos departamentos, esto sucede a mucha escala: discriminación con indígenas, con la afro, con los de las invasiones. Ése tipo de discriminación sí existe, pero no es racial. Son discriminaciones de los menos afortunados. Y eso le compete al gobierno, a nosotros como sociedad, pero si hablamos de discriminación racial, no. Yo creo que es un problema más actitudinal del que se siente agredido y de quien cree que le pueden agredir.
MC: Por último, ¿Usted tendría algún mensaje para promover más la cultura afro?
CF: Bueno, a los actores, a los que estamos en este proceso, seriedad. 10% talento, 90 (%) dedicación y esfuerzo. Esta cosa es de todos los días y en el momento en que bajemos la guardia esto se acaba y ahí sí es tenaz. Fácil es llegar, lo difícil es mantenerse. Entonces sí, invitar también a todos los que gustan de estar pendiente de los grupos y asistir a los conciertos y shows porque es la forma de mantenerlo vivo. Yo reitero que en la niñez y en la juventud hay un interés bastante grande por nuestra música folklórica así que, yo creo que larga vida para el folklor, hay futuro en esta música.
